domingo, 8 de junio de 2008

AUTOBIOGRAFIAS

Desde hace más de un mes estamos elaborando nuestras autobiografías. Es un intenso trabajo, ya que no es fácil hablar de uno mismo, de nuestras tristezas y alegrías, de nuestros amores... Pero hemos logrado hacerlas, pasito a paso:
  • primero hicimos un punteo de los datos que sí o sí íbamos a escribir en nuestro texto;
  • luego redactamos el borrador y a partir de allí, agregamos ideas y mejoramos la escritura de otras que ya estaban.
  • Finalmente, elaboramos el escrito final en hojas lisas.

Nuestra idea es hacerle una tapa y encuadernarlo. Por ahora, los escritos vienen llegando... ¡Cuánto se aprende de uno mismo al reescribir las vivencias!!! ¡Y cuánto aprenden los demás de nosotros!!...

Aquí vamos a compartir con Ustedes pedacitos de nuestra historia... Esperamos que, al compartirlas, se conviertan en espectadores de nuestras historias como si estuviesen mirando la película más atrapante...




Falleció mi abuelo Facundo. Tenía un enfermedad terminal llamada cáncer.

Nosotros fuimos a Santiago pero no pudimos llegar al entierro. Yo no entendía nada porque era muy chiquito. Después fuimos al cementerio. Vi cuando lo pasaron a mi abuelo a otro lugar.

Pasaron unos meses y se cayó mi primer diente de leche. Yo me lo aflojaba y cuando estaba blandito mi papá me lo sacó. Lo guardé debajo de la almohada y el ratón Pérez me trajo dos pesos. Yo estaba contento porque me iba a comprar caramelos.


En 5 grado fue el peor año de toda mi vida en la escuela, porque tuve una señorita que nos sacudía, nos agarraba fuerte y encima era aburrida. Se parecía a Mirta Legrand.

El 6 grado no me gustó mucho porque la seño era muy estricta. Además no me gustó porque repitieron mis amigos. Me acuerdo que ese año me pelié. Le rompí la nariz a un compañero y la directora me retó tanto que no quiero volver a pelear.

Cuando veníamos en la ruta había un paro del campo, ahí nos detuvimos 2 días. Esos 2 días fueron muy aburridos.

Cuando cumplí los 9 años pasé a tercero. La tuve a mi seño Fabiana, que ahora está en otro colegio, en la Homero Manci, la escuela 9. Cuando cumplíamos años nos regalaba cosas, como por ejemplo lapiceras de colores.

Me enamoré por primera vez de un chico que se llamaba Kevin. El fue mi primer amor: desde que lo conocí no lo puedo olvidar. Es más, lo sigo queriendo mucho.

Ahora siento que encontré una familia que me quiere y me apoya en todo lo que me pasó, aunque no este mi mamá ni mi papá. Los quiero mucho y los extraño un montón.

Bueno esto en mi vida. Ojala les haya gustado mucho.

Yo nací el 11 de febrero del año 1995, en la colonia Edelira –departamento de Itapua-Paraguay. Empecé el preescolar en el año 2000.

Todos los años que estudié, pasé de grado.

En el sexto año recibí mi Mención de Honor.

Lo recibí con mucha alegría junto con mis padres y para alegrarlos más hicimos la Danza Paraguaya.

Cuando tenía 6 años mis vecinos pusieron electricidad alrededor de su casa y yo me había olvidado que todos los alambres tenían electricidad. Finalmente me corrió.

Me salvé por unos pelitos. Ninguno de mis padres estaban, solo mi hermano y yo.

Otros de mis vecinos corrieron a avisar a mis padres.

Mientras mis vecinos intentaban que yo suelte el alambre, yo escuchaba todo lo que me decían pero no podía moverme ni hablar.

Entonces llegaron mis padres desesperados yo ya había soltado el alambre. Me desmayé como 5 minutos.

Mi familia y yo decidimos venir para la Argentina porque nos fue muy bien, en cambio en Paraguay la situación era muy difícil.

En Paraguay las comidas típicas son la sopa paraguaya, el chipa jo o, ñsvure etc.

En Paraguay cada año se festeja el día de la madre, San Pedro, San Pablo, y San Juan.

En esas fechas se festeja y se juega al "toro cadilo".

Es así:a la cabeza de la vaca se le hace el cuerpo de madera, tapado con una capa o un trapo y los hombres lo cargan y prenden fuego en los cuernos. También juegan los kambas con la "pelota tata"; prenden fuego un trapo redondeado con gasoil.

Los kambas son hombres que se visten como mujeres con cara tapada y con un trapo todo pintado, te ponen agua a una botellita de licor para fingir que están borrachos y asi alegran a la gente.

También se baila la danza Paraguaya.

Mi mamá primero vino sola hacia Argentina y mis hermanos y yo nos quedamos en la casa de mi abuela. El año anterior me quedé en mi casa con mis hermanos y mi papá. Mamá venía de vez en cuando pero esta vez decidimos venir toda la familia.

Un sábado con mamá pasamos por Liniers y nos entregaron un volante donde decía que podías ser modelo si tenías entre 5 y 33 años, y a mi me encantó. Después de varios días me llamaron. Yo estaba contenta. Tenía que ir todos los sábados de 11:00 a 14:00 hs.

Parecía divertido pero al final me aburrió. Tanto que ya no quise ir mas.



Edgar es muy tímido, muy frío con todos. Pero tiene sus partes buenas: él es mi amigo.

Yo soy, travieso, juguetón con mis amigos. Algunas veces me escapo de la casa y siempre mi tía me descubre, o mi tío y algunas veces mi primo. Cuando me descubre mi tía me reta. Pero siempre después se olvida de que me retó.

Mi mamá trabajaba mucho tiempo en Paraguay. Ella estaba en Asunción. No era tan lejos Asunción desde Santa Rosa. Son 5 horas de viaje. Mi mamá venía cada mes a Santa Rosa.

Mi mamá tenía la idea de venir a la Argentina. Se decidió. Me dijo y me puse triste. Por un lado me puse triste, por el otro me puse feliz por que mi mamá me dijo que me iba a comprar todo lo que me faltaba. Llego el día de venir para acá. Ese día, odié el momento en que mi mamá se subió al colectivo. Tenía la cara llenas de lágrimas y de tristeza. Mi tía y mis abuelos también.

Pasó un año. Ya era casi navidad, y yo tenía la cara mas alegre del mundo: ese día iba a llegar mi mamá. La familia estaba feliz.

Cuando llegó a la casa de la abuela corriendo fui abrazarla. Trajo un montón de cosas que yo quería. También a mi hermano le trajo un montón de cosas. Aunque debía volver a Argentina no tuve mas la cara llena de lágrimas.

A mi no me gustaba tomar mamadera, ni tampoco el chupete, lo único que yo tomaba era el tití, pan con leche y la comida.
Mi primer añito me lo festejaron en Paraguay. A mis dos añitos nos vinimos a Argentina. Nos fuimos a vivir a Liniers. Luego nos fuimos a vivir cerca de la villa. Finalmente nos mudamos a la villa, en donde estamos viviendo ahora, pues no podíamos pagar más el alquiler.
Cuando tenía cinco años se quemó mi casa en septiembre y no pudimos hacerle el cumleaños a Melina porque no teníamos nada. Mientras vivíamos en la casa de mi tía. Eso pasó en el 2000. Pero también pasaron cosas buenas, yo empecé preescolar.
Mi papá se fue a España a trabajar. Trabajo muchísimo por nosotros porque compró muchas cosas: un lavarropas automático, heladera, tele 29, hornito, sillones,además nos compró ropa, zapatillas, comida, etc.
Además nos fuimos de campamento dos días con el profesor de E. Física. La maestra Silvina, se había enfermado, pero ella vino igual con nosotros, para ayudar a que la pasemos bien, pero el primer día a la noche Silvina se fue a su casa porque se sentía mal.
Este año mi papá volvió de España, le fuimos a buscar a Ezeiza todos juntos. Yo le hice un cartel que decía BIENVENIDO A CASA. TE ESTRAÑAMOS MUCHO, TE QUEREMOS MUCHO PAPÁ. Cuando llegó estábamos todos emocionados, volvimos a casa y empezó a repartir todo lo que trajo. A mí me regaló una zapatilla y una cadena de oro, que era de parte de mi madrina y padrino.
A mi me gustaría vestirme a la moda, aunque a veces no puedo porque si a mí me comprarían todo lo que yo quisiera a mis hermanos también le tendrían que comprar.
A nosotros siempre nos quisieron.

Toda mi familia y los parientes de mi papá habíamos ido al cementerio a ver el funeral de mi padre, pero dos personas importantes en mi familia no habían venido. Mi abuela y mi abuelo, ellos vivían lejos pero además sufrieron una perdida triste, un hijo.
De todos modos me cambié de escuela. Me sentí emocionado porque al fin iba a estudiar en Ponciano Vivanco, aunque iba a extrañar a mis amigos. Cuando entré me dijeron Ratatuille por mis dientes y Chiken Little por mis anteojos.

No hablaba mucho, solo cuando era necesario o preciso.
En el 2008 me fui de vacaciones a vivir en la provincia, donde nací y crecí cuando era chico.

La casa estaba muy sola. Hacía mucho que no la visitaba, pero cuando entré me hizo recordar demasiados momentos que pasé allí.


De los tres años me quedó una cicatriz. Con mi hermana andamos en bicicleta delante de la casa y una vez nos caímos en la cocina. Allí estaban construyendo y había vidrios. Mi hermano salió corriendo sangrando a la casa de mi abuelo para que le cure la herida y yo estaba en el piso sangrando. Mi mamá vino rápido a levantarme pero no me retó.

Empecé primer grado con 5 años. Yo estoy desde primero y Andrea también. Un día nos peleamos. La agarré de la cabeza y la tiré hacia la pared. Las dos lloramos al mismo tiempo.
Bueno, este año tenemos que pasarla lo mejor posible porque es el último año. Nos vamos a separar. Y empezamos a ser adolescentes.

A los 3 años nació mi hermano Matías.

Cuando llegó a casa me puse celosa porque nadie me daba importancia. Todos estaban encima de mi hermano. Cuando mi hermano Matías lloraba le tenía que dar la mamadera.O sino cambiarle los pañales.
Algunos años después nació mi otro hermano Brian, fue el último.

Ahora, comienza una nueva etapa de mi vida, y con mis hermanos conformábamos un trío.Jugábamos y hacíamos muchas travesuras. Bueno, éramos chicos, parecíamos los tres mosqueteros.

Así fueron pasando los años y fuimos creciendo, cambiando de casa, cambiando de escuela. Estuvimos en Ciudadela por última vez.

Fuimos una familia y estábamos todo juntos.

En la vacaciones nos regalaron una pileta grande. Al otro día vino mi abuela con un dálmata inflable para que lo usemos en la pileta. A la noche la llenamos con mucha agua que estaba tibia y pusimos el dálmata. Nos subimos los tres juntos.Cuando nos terminamos de acomodar se da vuelta y nos empezamos a reír a carcajadas.Nos caímos. De tanto reírnos ya nos dolía la panza.

En lo de mi abuela nos hicimos muchos amigos. Ahora seguimos siendo mejores amigos. Espero que nunca nos enojemos entre nosotros, que nos demos entre todos consejos todos para ayudarnos en nuestras tristezas.

Yo y mis primos no teníamos zapatillas, entonces falté al colegio porque no tenía que ponerme. Entonces nos fuimos a la casa de Lucas a comprar.






Me acuerdo que en segundo grado sin querer rompí una silla del salón que era de madera y estaba vieja. Yo jugaba que era el profesor. Cuando el profe se fue un ratito me senté muy fuerte y la rompí. Bueno después vino el profe y me puso una nota en el cuaderno.
A los nueve años en mi casa teníamos un gallo. Yo le tenía mucho miedo porque te picoteaba. La pareja de mi mamá un día me dijo que vaya afuera a agarrar la pala.
Cuando fui a buscar la pala estaba el gallo y salí corriendo. El gallo me empezó a perseguir (a correr) y me picoteó la rodilla. Yo llegué corriendo a la pieza de mi mamá y como mi mamá también le tenía miedo salió corriendo ella también ¡Que lío! hasta que vino mi padrastro y lo sacó afuera.

Un día iba por la calle peleando con mi amigo pasó un botellero y nos gritó .Con mi amigo empezamos a correr a correr y había una baldosa levantada, no la vi. Entonces me tropecé y como el pantalón me apretaba mucho se rompió. Mi amigo se empezó a reír y a mi me dio mucha vergüenza. Cuando me levanté no podía caminar. Entonces mi amigo me ayudó, en el camino se mataba de risa.Llegué a mi casa con el pantalón de jeans roto.


Fui a una guardería tipo jardín o a un jardín tipo guardería. Bue.No me acuerdo bien.M
e gustaba mucho ir, tanto que mi mamá me dijo que me ponía a llorar por ir y que quería ir hasta los sábados y domingos. No se si es verdad, pero según me decían las maestras me avisaban: hoy es viernes, mañana es sábado y no se viene al jardín .Hasta que poco apoco me fui acostumbrando…

El último día de clases yo tenía que ser abanderada. Tenía que ser porque no lo fui antes.

Mi papá y yo íbamos lo mas bien al jardín. Él me pregunto donde estaba mi dibujito yo le dije que me lo había olvidado. El quería volver a buscarlo y me preguntó donde estaba. Le dije que no sabía, que no importaba. Que vayamos. No le quería decir que lo había escondido. El no me hizo caso, me dijo que lo esperara y se fue. Cuando volvió me dijo que no lo había encontrado y nos fuimos.

Cuando llegamos era tarde. Todos estaban acomodados en sus lugares y la abanderada suplente lista para entrar. Todavía podíamos cambiar de lugar, pero quedaba feo. Me fui a sentar a mi lugar. Al principio me sentí un poco triste, pero después se me pasó.
Luego del acto fuimos a la salita y comimos panchos, helado y torta. Jugamos y nos sacamos fotos. Nos dieron un recuerdo del jardín. Fue una manera muy linda de despedirse.

Yo tenía miedo. Pensé que la maestra era mala gritona o algo por el estilo. En realidad las cosas no eran así. Basta conocer a uno para saber como es …Y ella es una maestra muy buena.

Cuando tenía 2 años lloraba por que mi mamá me sacó el pecho y yo le pegaba para que me dé. Después cumplí los 3 años y mi papá le compró una pelota a mi hermano y a mí una muñeca pero quería la pelota Un día yo se la rompí y mi papá me pegó un chirlo y yo me puse a llorar.

Empecé a gatear a los 6 meses y cuando me quise levantar para pararme me lastimé la cabeza .

Cerca del año empecé a decir mis primeras palabras papá y mamá. Primero me salió papá después pronuncie mamá. Al año empecé a caminar y a los 2 años empecé a comer solo sin que mi mamá me de en la boca.

Mi papá y mi mamá me llevaron a conocer las Cataratas del Iguazú. Ese día fue piola.

Me asomé a la Garganta del diablo y me mojé todo. Nunca lo voy a olvidar.




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