viernes, 30 de mayo de 2008

Los Señores Moc Y Poc


Los señores Moc y Poc son 2 caballeros que visten con elegancia, son amables y hablan con cierto grado de complejidad. Pero ellos hacen preguntas, a primera vista obvias, pero que desentrañan respuestas que no lo son tanto (e incluso, han intentado incursionar en un negocio de respuestas sin preguntas), imaginan el origen de algunos fenómenos naturales (como el ruido de los terremotos), y piensan el mundo de otra forma diferente a la que conocemos casi todos.

También, ellos escriben cartas al presidente de una línea aérea (sin saber siquiera quién es), hablan con algunas personas (en persona y por teléfono), desesperándolas a todas ellas, y hasta presentan al autor del libro y discuten de sus problemas (es el único libro de Luis Pescetti donde hablan de él mismo como un personaje más, pero sin aparecer).


Aquí va una carta que el Señor Poc le escribió a un señor ( o señora) que él no conocía...
Primera carta que el señor Poc escribió al presidente de una línea aérea
Línea aérea… Estimado señor Presidente: Me dirijo a usted como señor Presidente pues supongo que su línea debe tener un Presidente, además de pilotos que vuelan sus aviones, ya que de hecho sería tan raro que existiera una línea aérea sin Director como un Director de línea aérea sin línea aérea, aunque, por cierto, conozco una orquesta de cámara que no tiene Director y a un Director de orquesta que no dirige una en especial y viaja invitado a todas partes. Quizás yo debiera preguntarle: ¿ usted dirige su propia línea aérea o va dirigiendo aquí y allá según lo inviten? En cualquier caso espero que esta carta coincida con que usted esté dirigiendo allí donde la envío. Por otra parte, espero que no tome a mal que lo llame señor sin conocerlo, pues no debo suponer que es un truhán o encabezar mi carta con un “Pedazo de tonto…”, pues para llegar donde llegó puede ser cualquier cosa menos tonto, a menos que sea un tonto que otros más inteligentes ponen en ese lugar para gobernar la línea aérea a su gusto. Si éste es el caso, le ruego que no se moleste en contestar mi carta, ya que no es de tontos dar respuestas inteligentes y, si no brillantes al menos correctas, a menos de que sean respuestas sobre cosas muy simples y aún así no me fiaría. Si usted no es un tonto al servicio de gente más inteligente, le agradeceré, entonces sí, que conteste simplemente con la verdad a una pregunta que quiero hacerle. Si es un truhán, le ruego que de todas maneras me contestes, pues si un truhán me contestara como si fuera un hombre honesto, yo correría el peligro de que usted me mintiera pero, como mi pregunta no afecta sus intereses (ni a los del grupo de gente más inteligente a cuyo servicio está usted, en caso de que sea tonto y haya seguido leyendo porque es típico de un tonto no hacer caso de una advertencia o solicitud), creo que no le importará responder a una inquietud que pasa más por aspectos técnicos. Le escribo esta carta ya que si la mandara en blanco o con puras rayas y dibujos incomprensibles usted sabría que alguien quiso comunicarse pero no por qué motivo, o también podría pensar que es una mala broma o una amenaza, en cuyo caso me enviaría dinero para que no lo siguiera molestando y yo seguiría con mi duda técnica y avergonzado de recibir un dinero por haber sido tomado por un delincuente. Me vería obligado a devolverlo y es probable que su temor le hiciera pensar que voy porque esa suma no es suficiente, con lo que usted me daría más, aún antes de que yo abriera la boca, y eso me haría sentir más avergonzado. Insistiría en devolvérselo y usted en aumentar la suma y quién sabe cuánto tiempo pasaría hasta que yo saliera huyendo por la vergüenza y usted interpretará eso como que fui a buscar refuerzos. Muchas gracias. ATENTAMENTE. Señor Poc
Luego el Sr Poc escribe una segunda carta, ya que se da cuenta que en la primera carta no le preguntó lo que le quería preguntar: ¿Por qué los aviones no siguen volando cada vez más alto cuando se rompen, así como si sucede que los barcos se hunden cada vez más a lo profundo?... En fin, los chicos de séptimo inventaron respuestas. No se las pierdan en el próximo artículo.

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